domingo, 26 de enero de 2014

¡Estoy embarazada!


Pues eso, que para qué escribir un título misterioso si lo voy a decir de todas maneras; al grano y listos :-P
No, no es ninguna broma; voy a ser mamá. Aún no me lo creo ni yo, pero si todo va como es debido, a finales de Mayo o principios de Junio Tindomion y yo seremos padres de una niña.

Probable futuro de Tindomion, dentro de un año o así

Como hasta ahora no he hablado demasiado de mi vida privada en este blog, y es mi deseo que siga siendo una ventana de opinión, frikismo y algo e cachondeo más que una especie de diario personal, he creado otro blog dedicado exclusivamente a mi embarazo y posterior maternidad. Os invito, si lo deseáis, a pasaros por el nuevo blog Mi princesa y yo, donde podréis leer las aventuras, desventuras, experiencias y comentarios de la nueva Estelwen mamá.
Para todo lo demás, seguiré usando este blog, que continuará siendo lo que ha sido siempre.
¡Pues nada, me voy a seguir flipándolo un rato, que después de cinco meses de embarazo aún no me lo acabo de creer del todo! :-D

jueves, 16 de enero de 2014

Crítica de "El Juego de Ripper", de Isabel Allende


Todo el que conoce mis gustos literarios sabe que Isabel Allende es una de mis escritoras favoritas. De hecho, está en mi podium particular de escritores, junto a José Carlos Somoza y a J.R.R.Tolkien. Tengo casi todos los libros que ha escrito, y aunque lógicamente unos me gustan más que otros, su trayectoria en conjunto me parece muy buena. Así que, en cuanto vi que habñia sacado nueva novela, no pude dejar de incluírla como un fijo en mi carta a los Reyes Magos.



Su último libro es El Juego de Ripper, que constituye una novedad en la carrera de la autora porque es su primera novela negra. No obstante, aunque el género sea una novedad, el estilo de Allende sigue siendo inconfundible: su peculiar forma de escribir, su filosofía new age que impregna todas las páginas y el carácter de sus protagonistas, su estilo característico... es Isabel Allende 100%.
La novela se lee rápido (yo me la acabé en un par de días) y parte de una premisa clásica de las novelas negras: una serie de asesinatos, aparentemente sin conexión, investigados por un policía divorciado jefe del Departamento de Homicidios. Lo innovador, en este caso, es que las protagonistas son la ex mujer y la hija del policía: Indiana y Amanda. Esta última es una adolescente de 17 años que ejerce de máster en un (supuesto) juego de rol online, Ripper, el juego que da nombre a la novela.
Otra novedad de la historia es que dedica mucho espacio al desarrollo y la introspección de los personajes, mucho más que cualquier otra novela negra al uso. En este tipo de historias, por lo general lo que importa es la investigación y el asesino y los personajes suelen ser bastante de cartón piedra. Sin embargo, en esta novela los personajes están vivos, respiran, tienen motivaciones y un pasado. No todas las vivencias y anécdotas que se cuentan de ellos tienen importancia para el desarrollo de la historia, pero aún así son interesantes y se leen de manera muy agradecida.
La resolución del caso (es decir, la identidad y motivaciones del asesino) está bien resuelta, aunque (y esto me decepciona mucho viniendo de Isabel Allende) quedan algunos cabos sueltos, sobre todo en lo que al personaje de Indiana Jackson se refiere, que deberían haber quedado mejor explicados. En este sentido se nota que a Allende la ha asesorado su marido, que sí es escritor habitual de novela negra: hay muchos detalles sueltos por el libro que en su momento no parecen tener importancia pero que al final encajan perfectamente los unos con los otros.

Hasta ahora, la virtudes, ¿qué hay de los defectos? Pues no son muchos, y se concentran casi todos en el final de la historia. Es una lástima, porque eran fácilmente evitables y de no existir hubieran convertido esta novela en una de las mejores de Isabel Allende.
Para empezar, está el juego de rol. Me parece evidente que Isabel Allende no ha jugado a rol en su vida, porque Amanda y sus amigos más que un grupo de roleros parecen El Club de los Cinco: un grupo de adolescentes (y un abuelo) que se dedican a jugar a resolver asesinatos y a seguir pistas. El unico factor roleto que aportan es tomar un alias, un personaje que interpretan durante la investigación, pero ahí acaban todas las similitudes. Sin embargo, por lo menos, la novela muestra los juegos de rol desde un prisma positvo, que ya es bastante teniendo en cuenta la literatura conspiranoica contra el rol que hay suelta por el mundo.
Lo segundo que menos me ha gustado es el final, que me parece anticlimático y me ha dejado mal sabor de boca. Creo que la historia podría haber terminado de una manera mucho más feliz si a la autora le hubiese dado la gana, y que la novela hubiera ganado mucho de esa manera. Al final, después de tantas páginas de emociones, cerré el libro insatisfecha, y en ese sentido creo que el final es un fallo enorme, porque un pequeño cambio respecto al destino de cierto personaje haría que el lector terminara la novela con una sonrisa en la cara, más contento y mucho más proclive a olvidar ciertos fallos argumentales que con la desilusión saltan mucho más a la vista.
Por último, entre los personajes, el mayor fail ha sido el de Indiana Jackson. Aunque al principio me caía bien, se va volviendo cada vez más insoportable a medida que la novela avanza. Al final se revela como una mujer inmadura, lela, cobarde e infantil que no sabe reconocer la verdad aunque la tenga delante, es incapaz de tomar decisiones inteligentes y se muestra totalmente ciega a las virtudes y los defectos de los demás. En el fondo, ¿sabéis a quién me ha recordado? A Bella, la protagonista de Crepúsculo; una Bella de treinta y tres años y filosofía new age que, al igual que la Bella de Forks, es sosa, dependiente, inmadura e insulsa, pero inexplicablemente tiene a toooodos los personajes masculinos de la novela a sus pies. ¡Todo el mundo la adora! Su padre, su hija, sus pacientes, su ex marido, su mejor amigo pagafantas (el mejor personaje de la novela, y el más maltratado), su novio... Puaj.

Hya otras cosillas que no me han convencido, pero como revelan partes importantes de la trama, siguen abajo, en SPOILER:

-El asesino. No hay por dónde cogerlo. Al principio sí: sus motivaciones encajan, su historia y su método también. El problema llega cuando Isabel Allende lo convierte en demasiadas personas a la vez: ¿cómo puede ser al mismo tiempo Carol y Gary sin que Indiana, ni Amanda, ni ninguno de los compañeros de la clínica, se den cuenta de nada? Sobre todo Indiana, que como masajista conocía perfectamente el cuerpo de ambos pacientes, su voz y su cara, ¿cómo es posible que no se dé cuenta de que son la misma persona? Lo siento, pero no cuela. Era factible que fuera Gary, el enamorado despechado (de hecho, él fue mi sospechoso número uno desde le principio), también era factible que fuera Carol, la amiga celosa (la gran sorpresa de la historia, cuando crees que Gary era el cebo que servía de despiste al lector), pero que ambos sean la misma persona estropea la credibilidad y la coherencia de la historia por completo.

-El hecho de la doble identidad del asesino también provoca un fallo importante respecto a las motivaciones de éste para con Indiana. Si se supone que Indiana no es una de las víctimas iniciales (y que para que la prensa supiera que es un asesino en serie sólo le hacía falta la predicción de Celeste Roko, Indiana no le hacía falta para nada), ¿por qué decide ir a su consulta disfrazado de Carol, con el evidente riesgo que implica para él que ella descubra que no es otro que Gary travestido? Eso hubiera implicado una intención consciente de confundir a Indiana desde el principio, y no tenía motivo alguno para ello. Hubiera sido muchísimo más lógico que Carol jamás hubiera existido, que Gary sencillamente fuera un asesino en serie que se enamoró de su masajista y que, furioso tras ser rechazado, decidiera convertirla en su última víctima.

-El final, por último, es de lo más inverosímil y anticlimático. Ahora resulta que una transexual traumatizado que se dedica a la arquitectura, por muy inteligente que sea, es un genio del mal infalible capaz de superar en sigilo y estrategia a un navy seal con años de entrenamiento. De hecho, tiene incluso capacidades sobrenaturales, porque Atila, el letal perro de combate, ni lo huele ni lo percibe ni nada. En cuanto al pobre Ryan Miller, sufre el llamado Síndrome de Efectividad Decreciente, porque de normal es una máquina de trinchar carne pero en cuanto ve a Indiana crucificada se olvida de todo su entrenamiento militar y va como loco a por ella. ¿Pero esto qué mierda es, convertir al héroe en un capullo cuando era un soldado de élite y al asesino en un dios del mal cuando por muy piscópata que sea no es más que un civil? ¿Y todo para qué, para poder matar al pobre Miller al final? Francamente, hace que el supuesto clímax de la historia resulte patético. Más que nada porque a esas alturas todos sabemos que Indiana es la típica rubia tetuda con cerebro de mosquito y sin personalidad que no se merece, de ninguna manera, que un hombre como Ryan Miller muera por ella, encima de que lo ha estado usando de amigo-pagafantas-almohada-de-lágrimas y ha tardado tres segundos en dejarlo colgado cuando el gilipollas de Alan Kreller, que le puso los cuernos y la trató como un felpudo, se arrepiente (inexplicablemente) de ello y le pide matrimonio. Lo dicho, asco de final.

viernes, 10 de enero de 2014

Crítica de "Eternamente tuya", de Álvaro Bermejo


Ando bastante liada estos días en medio de la maravillosa pila de libros que he recibido de manos de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente este año. Como lo que más les pido son libros, y ellos suelen ser muy generosos, tengo bastantes cosillas por leer, que espero poder ir reseñando en el blog cuando me gusten, me parezcan interesantes o simplemente merezcan la pena de comentar.
El primero de los libros que he leído es Eternamente Tuya, de Álvaro Bermejo. La temática me atrajo desde el principio (misterios familiares, vampiros, mitología escocesa, amores prohibidos...), de modo que fue un fijo en mi carta a los Reyes Magos.



¿Y qué tal? Pues la verdad es que me ha gustado, aunque creo que en algunas cosas podría mejorar. El libro nos narra la historia de Stuart Connolly, australiano y encargado de la construcción de una presa en Escocia, que se tropieza en sus andanzas con la rica y excéntrica familia Montrose, cuyas féminas son, por decirlo finamente, un poquillo vampiresas (en más de un sentido). El punto fuerte, sin lugar a dudas, es la ambientación: esa Escocia mágica y rural llena de secretos y leyendas. Los personajes también molan, aunque curiosamente los que más me han gustado han sido los secundarios (Haggis, Mano de santo, el cura del pueblo, lady Agatha...), ya que los protagonistas (Stuart, Valeria y Anna Livia) en ocasiones se comportan de un modo extraño y algo caótico, adoptando actitudes ilógicas no se sabe muy bien por qué (más acerca de esto en los spoilers).
Aviso también de que el libro no es para todos los públicos: hay escenas de sexo de alto voltaje, algunas de las cuales rozan el sadomasoquismo vampírico (de hecho, algunas de ellas, más que excitación, lo que provocan en el lector es una sensación de "¡Auch! Pues a vosotros eso os habrá molado mucho pero a mí me parece que tiene que doler").
El misterio de la novela, plagada de extraños suicidios y seres sobrenaturales como vampiros y banshees, es muy atrayente y consigue lo que pretende: mantener al lector atento a la historia y desean volver la página para saber qué ha sucedido. La cosa va muy bien durante toda la novela... salvo el final. Para mi gusto, el final es muy confuso y caótico, y la verdad es que cerré el libro sin saber por qué los muertos estaban muertos, por qué los desaparecidos estaban desaparecidos, quién estaba bajo el influjo vampírico y quién no lo estaba, o siquiera cuál es el destino final del protagonista. Precisamente esto, la confusión final, es lo que para mí estropea una historia que de otro modo hubiera sido de sobresaliente; ojalá el autor, que tan bien maneja el estilo y la tensión durante toda la novela, se hubiese esforzado un poco más en dejar claro lo que ha pasado realmente, por qué, y lo que ha sido de cada uno.
Respecto al trasfondo en sí de la historia, sólo un apunte: se da mucha relevancia al hecho de que en la novela un adulto tenga relaciones sexuales con una menor de edad, concretamente de 17 años, como si fuera algo delictivo o prohibido. Me gustaría aclarar, ya que al parecer el autor lo ignora, que la edad legal de consentimiento sexual en Inglaterra y Escocia está en los 16 años de edad, por lo cual una chica de 17 años puede consentir relaciones sexuales con un adulto perfectamente, sin que la ley diga nada al respecto (otra cosa es lo que digan los padres de la chica, claro, pero eso ya será una cuestión personal y privada de las familias, no una cuestión legal).



Más detalles acerca de la novela en los SPOILERS:



-Al final, a mí por lo menos no me quedó claro cuáles de las mujeres de la familia estaban controladas mentalmente por la vampiresa.  Y de todos modos, ¿hasta dónde llega ese control? ¿Sólo a hacerlas comportarse como ninfómanas y a hacer que a algunas de ellas les mole el sexo sangriento? Pero si realmente ni Anna Livia y Valeria son vampiresas, ¿por qué Stuart se ve tan afectado por ellas? Parece como si la vampiresa sólo pudiera alimentarse a través de sus acólitas humanas (!), lo cual me dejó bastante desconcertada, porque al final no entendí en absoluto en qué consistía exactamente el influjo de la vampiresa ni por qué debía actuar obligatoriamente a través de las humanas de la familia.

-Pero es que encima no sólo hay una vampiresa, sino también una banshee, de la cual no sabemos ni qué hace ahí, ni de dónde sale, ni cuál es su misión en todo el estofado, porque encima se supone que quien obligaba a los hombres a suicidarse no era ella, sino la vampiresa. Y dado que NO son la misma (como yo creía y suponía) sino que vampiresa y banshee van cada una por su lado y a su rollo, la pregunta del millón es: ¿¿y qué coño pinta la banshee en esta historia??

-Anna Livia y Valeria me parecen absolutamente desconcertantes, no me las creo. Valeria primero es una zorra que se tira a todo el mundo y luego resulta que está enamorada de Stuart. Anna Livia es una romántica con aires decimonónicos que haría palidecer de envidia a Jane Austen y está desesperadamente enamorada de Stuart pero luego resulta que también se folla a su hijo. ¿Alguien las entiende? Porque yo, no.

-Tampoco me creo a Stuart y sus sentimientos. Sobre todo, su enamoramiento de Anna Livia, más que nada porque en el fondo de enamoramiento nada: lo que siente por Anna Livia es lo mismo que siente por Valeria: un calentón y punto. No la conoce, no sabe nada de ella, y encima cuando conversan juntos lo único que dice Anna Livia son incoherencias en plan "Oh, Stuart, cuánto te amo y cuánto miedo tengo por ti, Dios no puede permitir que estemos separados, te amaré el resto de mi vida..." Sinceramente, si esa es toda su conversación, ¿qué le ve Stuart, aparte de lo mismo que le ve a su hermana Valeria, es decir, ser una tía buena que se le abre de piernas? Y mira que me jorobó esta cuestión, porque si algo me gusta leer son esos amores difíciles en los que una chica joven se enamora de un tío maduro y ambos tienen que enfrentarse a los prejuicios contra ellos. Pero el caso es que al final de amor nada, esto acaba siendo una versión vampírico-highlander de Lolita, sin más.

-Millones de misterios quedan sin explicación: ¿Por qué desaparece toda la familia Montrose de la noche a la mañana? ¿Por qué demonios hablan los cuadros del comedor? ¿Y quién y por qué asesina a Anna Livia al final? ¿Qué tiene que ver eso con que Ewan se la haya tirado antes de morir? ¿Y quién escribe el nombre de Ewan y los demás en el libro?

-De hecho, si el libro es el problema, ¿por qué Stuart no lo quema en la chimenea y un problema menos?

-Y la pregunta del millón; ¿al final del libro Stuart muere o no? Parece que sí, pero en ese caso, ¿por qué queda todo tan confuso y la banshee sencillamente no lo decapita o lo obliga a suicidarse, como hace con todos los demás?